La fotografía consiste en retener sobre
un soporte exterior aquello que se nos dibuja en el
interior del ojo y que tiene para nosotros un cierto
interés.
Nosotros vemos las cosas porque emiten
o reflejan la luz.
Es la luz la que impresiona nuestra
retina y la que impresiona el material sensible de
nuestra cámara
fotográfica.
Saber ver y captar adecuadamente
la luz de las cosas que queremos fotografiar es
el primer problema con el que se encuentra el fotógrafo.
Para
poder resolverlo hay que tener en cuenta el diafragma,
el obturador y la sensibilidad del soporte de impresión.
EL DIAFRAGMA
Es la abertura de entrada de luz. Cuanto más
pequeña sea la cifra, más abierto está el
diafragma y, por lo tanto, más luz entrará.
Cada
paso de un diafragma al otro contiguo, la entrada de
luz varía un 100%, eso quiere
decir que si abrimos un paso el diafragma, por ejemplo,
pasamos del 5,6 al 4, se deja pasar el doble de luz
y si lo cerramos un paso, por ejemplo, del 8 al 11
se deja pasar la mitad de luz.
Aberturas (de más abiertas a más
cerradas): 2 – 2,8 – 4 – 5,6 – 8 – 11 – 16 – 22 – 32
EL OBTURADOR
Es el mecanismo que regula el tiempo de entrada
de la luz, viene indicado en números que indican
fracciones de segundo. O sea, por ejemplo el número
1.000 indica una milésima de segundo.
Siguiendo
la lista, después del 1 ( que
quiere decir un segundo) suele venir el 2 – 3 – 4
que ahora ya no indican partes de un segundo sino segundos.
La
B indica que mientras tengamos apretado el botón, el diafragma estará abierto y
la T, que el diafragma se abre al apretar el botón
y que permanecerá abierto hasta que no lo volvamos
a apretar.
El binomio “diafragma-obturador” es
con el que tenemos que jugar para obtener una correcta
exposición.
Imaginémonos que la exposición
correcta es la de 125 de velocidad por 8 de diafragma.
Si queremos que la foto se haga más rápida,
para que no salga movida, pondremos 250 de velocidad
y entonces, para compensarlo, tendremos que abrir un
punto el diafragma: 5,6. Si por contra, queremos cerrar
el diafragma para que nos dé más profundidad
de campo, y ponemos 11 de diafragma, esto nos obliga
a hacer más lenta la velocidad y la pondremos
a 60.
Cuando en número de la velocidad sube
(va más rápido) el del diafragma baja
(se abre más).
SENSIBILIDAD
La sensibilidad se había venido marcando
por DIN (Deutsche Industrie Norm) o por ASA (American
Standars association). Actualmente las indicaciones
de sensibilidad están siendo cambiadas por ISO
(international Standars Organisation).
Cuanto más baja sea la sensibilidad mejor
cualidad de la imagen, más contraste y más
saturación en los colores. Por el contrario,
se habrá de abrir más el diafragma y
se tendrá que disparar a una velocidad más
lenta que nos obligará tal vez a usar el trípode.
LA LUZ
Según de donde nos venga la luz la podemos
clasificar en:
LUZ FRONTAL
De espaldas al que hace la foto y de frente
al objeto que fotografiamos. La figura no tendrá relieve
y si es una persona a quien fotografiamos es más
que probable que el sol le moleste y se dibujen muecas
en su rostro. Es una luz mala.
LUZLATERAL
Queda media figura iluminada y la otra mitad
a la sombra. Puede servir para marcar un carácter
enérgico, o marcar la textura de una pared,
resalta las formas.
LUZ 3/4
Llega en ángulo de 45 grados, ilumina
media cara de la figura y parte de la otra. Marca relieves
y es una buena iluminación.
CONTRALUZ
Luz de cara al fotógrafo y de espaldas
a aquello que fotografiamos. Peligro de que entre luz
en el objetivo. Nos podemos ayudar de un parasol, de
la mano o de otro objeto para evitar que llegue al
objetivo.
Iluminación difícil, pero de resultados
espectaculares si se sabe captar correctamente.. Las
figuras pueden quedar enmarcadas en un halo sorprendente.
Podemos obtener siluetas en negro si detrás
tenemos un cielo luminoso.
Cuando la luz está detrás del
objeto que fotografiamos y está más alta
y desplazada hacia un lado, forma un contraluz lateral
que puede dibujar una estrecha franja de luz perfilando
media silueta, lo cual produce un efecto muy agradable.
LUZ ZENITAL
Viene de arriba. Es mala, es demasiado fuerte
y marca unas sombras en los ojos que quitan vivacidad
a la expresión.
INTENSIDAD DE LA LUZ
La luz conviene que sea suave. La
del sol es mejor en primeras horas de la mañana o en las últimas
de la tarde. El sol de mediodía no es bueno.
La luz del sol cuando pasa a través de una capa
delgada de nubes nos llega difusa y suele ser una buena
luz.
El sol que ilumina una estancia a través
de una ventana marca demasiado la diferencia entre
la parte iluminada y la que no lo está.
Es conveniente
poner un reflector que suavice las sombras. Puede
ser una pantalla blanca, una sábana
o cualquier cosa que reflecte la luz.
Si la luz proviene
de un foco pequeño
marca muy bien las zonas iluminadas de las de sombra,
el contraste es duro. Si la luz nos llega difuminada
atenúa mucho este contraste.
Cuando el contraste
es muy grande conviene adecuar y ajustar la cámara
a la luz de aquello que queramos fotografiar y que
siempre tendríamos
que procurar de que estuviera bien iluminado. Si el
centro de interés está bien de luz no
tiene importancia que en el resto haya sombras negra. |